Si estás leyendo este post seguramente tendrás algún libro escrito o estarás a punto de terminarlo, incluso puede que te hayas planteado publicarlo.
El mundo está lleno de personas creativas que necesitan imperiosamente expresar sentimientos, contar historias, explicar vivencias. Los caminos para ello son diversos, hay gente que emplea la música o la pintura y otros se decantan por inventar historias o poemas y plasmarlos en un cuaderno. El escritor escribe porque necesita hacerlo, no lo hace por dinero o por la fama, lo hace por necesidad sentimental.
Pero el ser humano es un animal social, necesitamos compartir nuestras creaciones, al músico le gusta tocar en una orquesta, al pintor hacer exposiciones, al cocinero que degusten su comida y al escritor le gusta ser leído y por ello el deseo de publicar nuestro libro.
Presentar el libro a los amigos o familiares es lo más habitual y lo común suele ser que todo el mundo quede fascinado por nuestro talento creativo, pero claro, ellos no son totalmente imparciales, nos aprecian y no nos van a decir algo que nos pueda herir, lo normal es que sólo recibamos alabanzas, e incluso que nos animen a publicarlo tal y como está.
No debemos de conformanos con esa primera impresión, debemos de pedir que nos ayuden a pulir el libro. Cuando encontramos un libro que da gusto de leer, en el que el texto fluye, donde las descripciones son maravillosas y la historia nos fasciana, no es fruto de la casualidad ni del primer impulso creativo del autor, por mucho talento que posea, es fruto de un arduo trabajo, de muchas lecturas, de revisiones y de colaboraciones de otras personas en su desarrollo. Como cualquier objeto artesano, debemos de pulir con amor el texto para que fluya con naturalidad a lo largo de todo el libro.
Una vez terminado, publicar nuestro libro nos permitirá, aparte de la satisfacción de tenerlo entre las manos y ese posible minuto de gloria, crecer como autores y aprender de los errores, infinidad de autores de renombre tienen algunas obras que no están a la altura de sus creaciones actuales, pero que en su momento les sirvieron de experiencia para desarrollar su actual estilo.
Si no encuentras una editorial que se decida a publicar tu libro, siempre puedes optar por autopublicarte tú mismo, algunos autores consideran que un autor no deber de publicar un libro corriendo él con los gastos, y se quedan esperando a que una editorial les descubra y les publique su obra completa. Puede ser que eso ocurra, pero la suerte a veces hay que salir a buscarla al camino, pues puede que esto no suceda y tu libro se quedará olvidado en un cajón.
Si autoeditas tu libro aprenderás de la experiencia, tu libro llegará a más gente, y ello implicará más críticas, positivas y negativas, y consecuentemente crecerás como autor.
Si te animas a publicar tu libro, tal vez te interese conocer nuestras ofertas, puedes informarte en:
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