Poemas en un cajón
Pasionporloslibros2022-04-18T17:39:42+00:00Una caricia a la orilla del camino. / Una caricia a todo el tiempo vivido. / Una oración a los años recorridos, / una canción.
Una caricia a la orilla del camino. / Una caricia a todo el tiempo vivido. / Una oración a los años recorridos, / una canción.
En esta selección de poemas, distribuidos a lo largo de las cuatro estaciones del año, por orden en que la «inspiración bajó a visitar su pluma», el autor nos habla de sus recuerdos, impresiones y momentos entrañables vividos antes y después de su jubilación.
Mis emociones y reflexiones plasmadas para todos los que las quieran compartir… son trozos de mí que os deseo hacer llegar y poder participar con vosotros de la enorme satisfacción de abriros mi corazón…
ue escribir, para mí, es una pasión desde la juventud, casi desde la infancia, y que después de incurrir con fuerza en la prosa con ensayos, cuentos, novelas o artículos, la poesía ha ganado con creces la batalla, este libro es una clara prueba.
¿De aquel retrato de familia numerosa, qué quedó?
Se podría decir que Vicente Ginestar es un artista polifacético. Nace en Argelia en el año 1930 de padres inmigrantes, aunque a los pocos años se traslada a Dénia en donde transcurre toda su vida y a quien consagra su obra. Su formación, siempre autodidacta, no le ha impedido sacar el máximo provecho en todos los campos en los que se ha interesado.
Los poemas de Antonio hablan de literatura y de libros, de la maravillosa inutilidad de la poesía, de las eternas inseguridades del escritor ante la página en blanco y de la indecisión sobre la validez de la página ya escrita.
INÉS MIRÓ Nace en Madrid en 2003. A muy temprana edad comienza ya a manifestar un gran interés tanto por el dibujo como por la escritura, en especial de poemas. La presente edición recopila poesía escrita en Madrid entre los años 2011 y 2013.
De alguien a quien le gusta de tanto en tanto asomarse al precipicio, pero con tacto, con mucho tiento, sin arriesgar más de la cuenta. Hay veces en que se deja deslizar como un patinador sobre el hielo, otras en que parece toparse con un muro infranqueable y deja que el poema se siente frente al muro y considere si seguir sentado o dar el salto.