Violetas en el lodazal
Acompañar traumáticas nostalgias. Saber que la verdad nunca está sola. Descubrir que la justicia tardía ya no es justicia.
Acompañar traumáticas nostalgias. Saber que la verdad nunca está sola. Descubrir que la justicia tardía ya no es justicia.
El reino de Vanrrak continúa siendo asediado por los ejércitos de los no muertos comandados por el conde Yango que ha logrado llegar casi hasta las mismísimas puertas de la capital, Ciudad de Monarcas.
Quatre amics nascuts a l’oest de Catalunya, tocats per la crisi dels quaranta i intrigats per una revelació misteriosa, emprendran un viatge de mil quilòmetres per carretera amb l’objetiu d’aconseguir el somni més preuat per l’ésser humà: l’eterna joventut.
En un lejano país, había un rey muy bueno, inteligente y justo. Todo el reino lo quería, sabía escuchar a sus súbditos cuando venían a exponer sus quejas.
Max es el protagonista de una historia de ficción ambientada en la Barcelona de principios de la década de los ochenta. El joven reportero gráfico, vecino del barrio chino, se infiltra en los ambientes más diversos de la ciudad.
Dar visibilidad al pequeño legado de apuntes que Antonio Poveda Sanjuán tituló como «Memorias de mi odisea», era un deber y una responsabilidad que siempre sentí como contraída con la memoria oral del pueblo
Una vez alguien dijo que para tener un final feliz sólo hay que saber cuándo dejar de contar una historia.
El Trashumante narra la odisea de Ignacio, un muchacho nacido al final del siglo XIX en el seno de una humilde familia de Castilla. En tiempo de la depresión previa a la gran guerra y tras vanos intentos por encontrar su identidad en el entorno que le vio crecer, se ve obligado a tomar otros caminos obligado por la necesidad de subsistir.
Ejércitos de muertos que avanzan destrozando todo a su paso y aumentan con su hambre sus tropas y multiplican su ejército a cada instante. Soldados perfectos. No tienen que descansar, no pueden dormirse durante una guardia. No necesitan pararse a comer ni a dormir. No hay forma de razonar con ellos ni de negociar una paz.
¿Puede el amor nacer de la venganza o de la muerte?