catalogo menos es menos

 

Dirigido por José Vicente Martín, la Universidad Miguel Hernández, desde su facultad de Bellas Artes en el campus de Altea, puso en marcha este curso pasado la primera edición del Máster en Proyectos e Investigación en Arte. Este tiene como objetivo profundizar en los procedimientos y metodologías de creación y experimentación artística, así como formar al alumno en las metodologías de investigación en la producción y recepción del hecho artístico de forma que lo capaciten en el desarrollo crítico y experimental de un proyecto artístico creativo o de investigación en el ámbito de las Bellas Artes. Desde su arranque se tuvo muy claro que este curso de postgrado debía ser un puente entre la universidad y el ámbito profesional, al que antes o después, los alumnos tendrían que enfrentarse. Y, de esta manera, una de las iniciativas en su seno que se convertía en banco de pruebas (con red o “con anestesia”, sobre todo si atendemos a su nombre) fue el CLINIC que se desarrolló en sus instalaciones durante los días 14 y 15 de mayo.
En Medicina, un “clinic” es la lección que el médico clínico da a los residentes a pie de cama de los pacientes. En el ámbito universitario y educativo, nos estaríamos refiriendo a un seminario breve y práctico que sirve para establecer objetivos y analizar la forma de alcanzarlos. El del Máster en Proyectos e Investigación en Arte de la Facultad de Bellas Artes de Altea se imbuía en este espíritu y, durante dos jornadas, enfrentaba a sus alumnos al tejido profesional, de manera que, con el apoyo de los profesores, situaba a estos futuros artistas frente a comisarios de arte, críticos especializados, galeristas y otros agentes del sector para que, en sesiones de art dating, defendieran sus propuestas en un tiempo reducido que obligaba al alumno a ser rápido en sus respuestas y en su capacidad para condensar sus discursos y adaptarlos a las necesidades de sus interlocutores. La experiencia fue tremendamente provechosa y sirvió para que los alumnos se acercaran en muchos casos por vez primera al mundo real y salieran del castillo sobreprotector en el que se puede llegar a convertir el ámbito de estudio y de los primeros proyectos.
En estas actividades participaron destacados agentes del ámbito artístico español, como el comisario Javier Duero o los galeristas Jorge López (Punto), Reyes Martínez (Set Espai d’Art), Juan Manuel Melero e Ismael Chappaz (Espai Tactel), Olga Adelantado (Adelantado-Valencia), Alejo Negro y Sandra Moros (ambos, directores de Espai Visor). Yo mismo tuve también el privilegio de actuar como follower de todo lo que tuvo lugar en esa doble jornada.
La mayor parte de esos alumnos (que en su día integraron el Clinic junto a otros estudiantes premiados con becas propias del máster, como la CIEC, que recayó en Elisa Vázquez del Río y Sebastián Chisari, o la Beca Puenting de Mustang Art Gallery, de la que se beneficiaba Saúl Sellés) forman parte ahora de la nómina de creadores de la exposición final del Máster que recala en diversos espacios expositivos de la Comunidad Valenciana.
Ellos son los protagonistas de los textos de este catálogo, y así defienden sus aportaciones al ámbito artístico. Y de igual forma que en su día el Clinic fue una actividad colaborativa que implicaba a diferentes agentes del sector, a ellos volvemos ahora para elaborar el “historial médico” final de los trece artistas. Entre sus manos tiene los datos objetivos de su “fiebre por el arte”. Y suyas ahora como espectador son las conclusiones después de conocer las opiniones de primer nivel aportadas por el grupo de expertos consultados, entre los que también se encuentran los profesores que, durante los últimos meses, se han encargado de guiarlos en este deseo “enfermizo” de convertirse en prósperos y rigurosos profesionales del arte. Comenzamos.

 

 

Tamaño: 21×30 cm | Encuadernación: Tapa blanda | Número de páginas: 124

No disponible